Hoy dejamos atrás el 2020, un año que nos prometía muchísimas cosas, qué ilusos…
Todo empezó bien, hasta que llegó el maldito virus que tantas vidas ha arrebatado. Nosotros nos contagiamos en casa (Carlos, mi madre y yo), ¿y el niño?, ni idea… Gracias a los dioses, que sepamos, no hemos perdido a nadie en el camino (y siento mucho por aquellos que sí, debe ser muy duro…todo mi apoyo para ellos) y mi más sinceras gracias a todos aquellos que han estado ahí, al pie del cañón para intentar frenar el puto virus, enfermeros, médicos, auxiliares, policía, bomberos, dependientes, personal de limpieza... TODOS). Y un aplauso enorme a los niños que han sabido llevarlo mejor que nadie, sin quejarse, aunque les fastidiara no poder ir al parque a jugar. Ellos también son héroes.
A pesar de ello, tampoco ha sido un año tan malo (quitando que se nos rompió la maldita caldera y estuvimos más de 15 días sin agua caliente…). El 2020 me ha traído muchas cosas buenas, como eventos literarios online, una CIFIMAD con Wave Books antes del estado de alarma, excursiones a pesar de la pandemia al museo del aire, a Segovia, Faunia, Aranjuez, incluso a la playa en ave, por segunda vez para Saúl. También la superación del cáncer de mi suegro, un incendio en mi edificio o la visita del ratoncito Pérez por parte de mi sobrino.
Además de todo eso, he publicado 3 obras, las novelas #ElCorazónDeLaIndia, #DisparoAMiCorazón y la antología #LaMemoriaDelJardín
Sin olvidarme que me saqué el Máster online de Wedding Planner en 3 meses y que escribí una novela en 49 días (lo de nunca). Ah, y recibir un precioso regalo de parte de una lectora. Eso fue muy, muy emocionante.
Lo mejor, sin duda, de este 2020 ha sido la gente que está a nuestro lado, pase lo que pase. Laura Mimi Olivia, Lucía Marta, Noa, Raul, Raul, Soraya (y resto de vecinos del rellano y del 3º1). No hay abrazos, ni besos como antes, pero hay llamadas, videollamadas, muchas risas y eso es lo que más echaré de menos este año, así que, al 2021 le pido más de eso, y si, de paso, hay abrazos de esos que recomponen, mucho mejor. Ha sido un año para recapacitar, para priorizar y disfrutar de las pequeñas cosas.
Y bueno, también a esos que he conocido durante el camino y me gustaría que siguieran ahí, como María José Devoralibros , Melisa Soria o Zayra (Besa Princiipesa).
Sé que el 2021 no va a ser naaaada fácil pero solo le pido una cosa: no tener que pisar un hospital por ninguna circunstancia.
¡Que 2021 nos traiga salud y felicidad con las pequeñas cosas!
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